Crecimiento sano

Desde la década de 1990 hasta la de 2010, los agricultores han reducido la cantidad de agua necesaria para cultivar almendras en un 33 por ciento y están comprometidos a reducirla un 20 por ciento más para el 2025.

Aunque las abejas solo están en nuestras plantaciones dos meses del año, trabajamos por su salud los 365 días.

En las plantaciones de almendros crecen las nutritivas nueces que comemos,³ así como cáscaras, vainas y árboles. Así que cuando decimos cero residuos, nos referimos a usar todo lo que cultivamos para que el mundo sea un mejor lugar.

1973. Ese año comenzó nuestra trayectoria de sustentabilidad. Una trayectoria dedicada a cultivar uno de los alimentos más saludables del mundo en la forma más responsable posible, para nuestras familias, comunidades y el planeta.

El 99% de las 7,600 granjas de almendras de California son administradas por familias,⁴ muchas de tercera o cuarta generación, que viven en la tierra y planean heredarla a sus hijos y nietos.

El clima ideal de California y su cultura de innovación hacen del estado la región de cultivo de almendros más productiva del mundo. Por si fuera poco, nuestros almendros capturan y almacenan gases de efecto invernadero al tiempo que producen oxígeno y filtran el aire.

Los agricultores y administradores de almendras de California, que producen el 80 por ciento de la reserva mundial de almendras,⁵ generan 110,000 empleos a nivel estatal y suman $9.2 miles de millones a la economía californiana⁶.