Almendras verdes: una delicia de estación.
Las almendras verdes tienen un exterior rugoso y un interior que varía desde blando y gelatinoso hasta suave y cremoso, dependiendo del momento en que se cosechen. Tienen un sabor distintivo pero sutil que se describe como delicado, herbáceo y afrutado, que recuerda al de un pepino, y que se vuelve más a nuez cuanto más tarde se cosechan. Las primeras almendras verdes generalmente se recogen alrededor del 1 de abril y se encuentran en un estado gelatinoso y se pueden consumir enteras, incluida la corteza. Durante las etapas posteriores, el grano se endurece y hay que quitarle la corteza y la cáscara que se han endurecido.
Muchas de las almendras verdes cosechadas se envían a todo el país a chefs famosos, restaurantes de lujo y consumidores particulares. Debido a su escasa disponibilidad y vida útil, las almendras verdes siempre se han considerado un manjar poco común y los chefs las utilizan tanto como ingrediente de cocina y como de decoración.